Literature
Las palabras hieren como las espinas de las rosas
Los fantasmas de aquellas palabras que te dije me reclaman al oído por lo noche.
No son piadosos conmigo, me recuerdan sin cesar mi grave error una y otra vez.
Sin poder caer rendido en los brazos de Morfeo, pienso y reflexiono mi falta.
Me he percatado que actué como un monstruo y que el único culpable en esto soy yo.
Tras empezar apático y triste cada una de mis mañanas,
el clima parece estar en contra mía.
El Sol ya no me brinda su calor como antes y el cielo llora lágrimas de sangre.
Cada segundo que pasa, mi corazón lamenta tu ausencia.
No me considero más digno de tu trato, hasta un an